Desestacionalizar, sumergirse en la cultura del destino, conocer la tradición vinícola, criticar, reflexionar… De toda esta suma de conceptos trata este post, en el que no pretendemos llegar a una conclusión, sino ofrecer datos, dejar alguna opinión e invitaros a reflexionar y comentar sobre ello.
Hace unas semanas leíamos en este blog un post sobre la experiencia de Elena en La Rioja, mostrando como su tradición vinícola se ha convertido en un motivo para visitar la zona, en la que se pueden visitar muchas bodegas. ¿Podemos en Mallorca hacer algo similar? ¿Podemos aprovechar la rica tradición vinícola para ofrecer un producto diferente al turista, conseguir que disfrute de una experiencia diferente?
Un análisis de la situación en Mallorca:
Quizás no mucha gente lo sepa, pero ya hay algunas actividades en torno al vino en Mallorca, de las cuales la más destacable es el “Mallorca Winetour”, un tractor-tren que te lleva por la zona de viñedos de Santa Maria y Santa Eugenia, visita un antiguo celler ahora reconvertido en restaurante, y termina en las bodegas Macià Batle.
También encontramos muchas bodegas abiertas al público, y que ofrecen visitas concertadas y degustaciones, como por ejemplo José Luís Ferrer o Macià Batle. Posiblemente ésta última, sea el mejor ejemplo de cómo una bodega ha entendido como ofrecer su producto al turista, abriendo la bodega gratuitamente a visitas. Se trata de una visita que empieza en la zona de recepción de la uva, pasa por la zona de depósitos, embotellado y barricas, y termina en la tienda donde puedes catar, sin coste alguno, diferentes vinos mientras el staff (que está especializado y habla diferentes idiomas) te explica los vinos y su producción. Como podéis imaginar, un alto porcentaje termina comprando, en una inteligente jugada comercial.
Luego tenemos muchas bodegas, ya sean más o menos modernas, que organizan visitas guiadas, eso sí, a partir de 8 euros por persona, con cata incluida El problema de estas visitas es la experiencia, es ese “algo” que las hace especiales y memorables. ¡Ese “algo” que NO está ahí! Todavía recuerdo hace dos años, cuando se reunió conmigo el propietario de las Bodegas Es Verger, y ni sabía que quería ofrecer al cliente, eso sí, el precio lo tenía claro. Le pedí fotos,y ¡me mando su folleto! Obviamente nunca los pusimos a la venta en nuestra web.
¿Hacia dónde nos dirigirnos?
Este es el panorama que tenemos en Mallorca. El futuro tiene que ser englobar el producto con la isla, vincular a ambos y ofrecer una experiencia diferente pero en la que este presente el sentimiento:
- Un paseo por las viñas comiendo allí y probando su vino
- Ayudar a vendimiar
- Una ruta por antiguos cellers de pueblos
En Nofrills Excursions, empresa de la que formo parte, ya hace 3 años que llevamos a cabo un proyecto que nos apasiona, se trata de una excursión a la que llamamos Rural Mallorca, en la que visitamos el Pla de Mallorca y Binissalem donde vamos al mercado, a un celler antiguo donde el vino se vende a granel, a la casa museo Llorens Villalonga y a una panadería del pueblo. Después, nos vamos a una finca, y con los clientes preparamos un «pa amb oli», un «trampó» y hacemos una barbacoa, todo con productos comprados ese día. ¡Ese es el concepto que debemos buscar!
Desde mi punto de vista, no es simplemente crear un producto, aprovechando la tradición vinícola que podamos tener, sino que debe tratarse de ofrecer algo diferente al turista, algo que cuando regrese a su país, todavía recuerde, y algo que le permita saber más de la isla, y quererla más, porque de ese modo regresará y la recomendará a sus amigos.
Os animo a reflexionar sobre el post y algunos de los conceptos que he intentado reflejar, y después dejad vuestro comentario porque pienso que aquí tenemos un tema muy interesante sobre el que pueden surgir grandes ideas y reflexiones.
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Enorabuena! qué interesante y curioso el paquete o la oferta que ofrece Nofrills excursions, sobre todo lo de visitar la panadería y al mercado. ¡Qué original! Yo siempre digo que para conocer un pueblo y a sus gentes tienes que ir al mercado en hora punta, es un indicador muy bueno y auténtico. ;). Creo que aciertas en decir, que lo correcto es caminar hacia un producto más responsable, sostenible, ético al fin de cuentas. Los turistas saben apreciar lo bueno y en España tenemos muy buen producto. Adelante con los proyectos que tienes en Mallorca, suerte!