Entre procesiones de Semana Santa y escándalos políticos de semana ordinaria, demasiado ordinaria, estalla hoy la noticia donde se anuncian algunas de las intenciones del Gobierno de Bauzá. La noticia de la semana tiene que ver con la construcción de un complejo hotelero muy cercano a una zona litoral de Mallorca declarada área natural de especial interés. Es Trenc es el último gran arenal sin urbanizar y bien conservado que queda en  Mallorca. Y ahora se lo quieren cargar.

El proyecto que propone el Gobierno prevé un recinto hotelero de 20 hectáreas (superficie que equivale a 20 campos de futbol de primera división) y a 150 metros de distancia de una de las playas más espectaculares de Europa. Está previsto que el recinto tenga 285 habitaciones y 203 suites, piscinas, pistas de tenis, de pádel, un polideportivo y un campo de prácticas de golf.

Es verdad que el proyecto no afecta directamente al área protegida pero sí lo hace de forma indirecta.  El simple hecho de plantar un hotel de estas dimensiones tan cercano a este paraje, provocará un aumento de afluencia de turistas y supondrá otra engañosa apuesta por el cemento. Y casi pongo la mano en el fuego de que también se invertirá en mejorar la carretera para facilitar así el acceso al hotel y, por tanto, también a la playa. También es cierto que no infringe ninguna ley pero el proyecto cuenta con un gran rechazo por parte de muchos residentes. Quizás sería la hora de empezar a escucharlos.

Ya llevamos unos días con polémicas relativas a este tema. El alcalde de Campos, Sagreras (PP), se ha pronunciado afirmando que el hotel “no ataca al medio ambiente” pero le advierto que sí ataca al residente y al amor que éste tiene hacia su tierra y hacia el símbolo de pureza y virginidad que supone Es Trenc para los campaners y para los mallorquines.

No es la primera vez que intentan atentar contra esta zona. Como explica Actuable, a través de una acción promovida para esta causa: “Todo se inició el 21 de mayo de 1978, aquel día unas 500 personas se manifestaron en la misma playa para oponerse a la construcción de un bar restaurante sobre las dunas y así nació el lema “Salvemos el Trenc”. Desde entonces ha habido muchos acontecimientos en torno a un paraje inigualable en todo el mundo. Y que a lo largo de estos 30 años no ha quedado al margen de continuos intentos urbanizadores. En 1980 el Ayuntamiento de Campos tramitaba un proyecto de urbanización de 6.000 habitantes, un proyecto que incluía un campo de golf”. Hasta el momento, la zona ha sido preservada por algunas leyes y, sobretodo, por los habitantes de Mallorca.

¡Basta ya de tomar decisiones basadas en caprichos políticos! Reactivar las empresas constructoras y crear empleo no justifica una violación costera. No sirve de nada generar empleo “a costa” del deterioro de un territorio. A ésto se le llama condenar injustamente un territorio y los mallorquines, por desgracia, sabemos mucho de eso.  ¿No es suficiente con la construcción de un Palacio de Congresos a orillas de la costa palmesana que, a día de hoy, ninguna empresa quiere gestionar? Con estos macroproyectos, los únicos que indiscutiblemente se harán ricos van a ser el constructor, el banquero y el hotelero de turno, pues no queda nada claro si alguien más se va a beneficiar una vez quede aprobado el proyecto, como insinúa Guillem Ferrer en esta entrevista.

Puedo entender que la gente que va a ganar mucho dinero con el desarrollo de este proyecto no tenga en cuenta estos argumentos, pero no que la mayoría de seguidores de Bauzá estén de acuerdo. ¿Qué ganan ellos? ¿Por qué acatan la decisión? ¿Acaso éstos no tienen hijos por los que preocuparse? ¿No tienen familia que trabaje al margen de este montaje? Una vez más, el Gobierno Balear toma decisiones relativas al sector más importante para las islas, sin consultar, ni por un momento, a técnicos del turismo, geógrafos, geólogos o profesionales capaces de planificar un territorio sin dejarse influir por pasiones políticas. Si el proyecto sigue adelante, de nuevo, estaremos alimentando un modelo que ya conocemos: pan para hoy y hambre para mañana y, además, pan para los que no tienen hambre y migas para los que sí…

No es justo jugar con los sentimientos de la gente y el partido de Bauzá lo está haciendo. Primero, cuestionan y amenazan la existencia del catalán en Baleares y ahora atentan contra el territorio. No hay derecho. Tanto como “turistóloga” como mallorquina siento vergüenza, pena e impotencia.

Foto: Ultima Hora

Más sobre Caterina Jaume

Turismóloga y bloguera. De Mallorca. Dedicada a un turismo n-dimensional.