Me parece curiosa la palabra “enoturismo”. Esta palabra que está tan de moda y que escuchamos a diario. Para entendernos, turismo y vino. Pero un concepto tan simple, soporta un gran significado.
Lo que hoy es tan común, hace unos años la sabiduría del “vino” era de unos pocos, un mundo de frikis como he escuchado en más de una ocasión: complicado entender el hecho de pagar 20.000 euros o más por una botella de vino. Hoy, igual no compartimos esa idea, pero sí podemos entenderla. Y eso es gracias a la tendencia que estamos viviendo de acercar el mundo a la sociedad en general, y por supuesto, a los turistas, llegando a crear los productos turísticos del enoturismo.
Desde mi punto de vista, hay dos vertientes importantes en el concepto. Por un lado, el enoturismo como producto turístico que todos conocemos porque es algo actual y de moda y por otro lado, el acercamiento a la cultura del vino.
- Como producto turístico hay un sin fin de referencias en casi todas las comunidades. Rutas guiadas a bodegas, cursos de cata, restaurantes en bodegas, etc. Podemos encontrar iniciativas tanto públicas como privadas. Este año en Fitur, he descubierto la red de Alojamientos del vino de España y Porturgal, Enotel Collections World, con dos establecimientos hoteleros en Galicia: Hotel Viña Meín y Hotel Novavila. Aunque desconozco los detalles de la plataforma, me ha parecido en principio, una iniciativa muy interesante por varios motivos; entre ellos, la especialización de alojamientos en un segmento concreto del mercado, en este caso en el enoturismo.
- Como acercamiento a la cultura del vino. Se entiende como la unión entre el consumidor y el sector para el conocimiento de la elaboración y el consumo de los vinos. En Galicia, por ejemplo, en la temporada pasada de vendimia, se llevaron a cabo iniciativas importantes como acompañamiento a la vendimia, vendimias nocturnas con bloggers del sector, etc. O en el Día Internacional del Enoturismo jornadas de puertas abiertas en bodegas, organización de catas para principiantes, etc. Iniciativas que pueden sustituir perfectamente a las antiguas “fiestas de la vendimia” que hoy día también se intentan recuperar. Por ejemplo, la de San Miguel de Tabagón en el concello pontevedrés de O Rosal. Ello forma parte de nuestras raíces, nuestros orígenes, es una cultura viva que como no, trae consigo un patrimonio del vino.
Con este post simplemente quiero hacer un llamamiento a la reflexión y profundizar un poco más en el concepto del enoturismo. Es algo más que la parte comercial que nos venden cada día. Pues gracias a todas estas iniciativas, públicas y privadas; tanto las orientadas a los turistas como a la población en general, nos llevan a valorar realmente el mundo del vino. Seguramente, tras asistir a una visita en una bodega, a un curso de cata, o simplemente a una cata, entenderás el verdadero significado de una copa de vino.
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Formada en turismo, marketing y Community Management. Estudiante eterna. Enganchada al turismo2.0.