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El tema del que quiero hablar hoy no es muy innovador aunque sí son muchas las innovaciones que se pueden aplicar. Es curioso pero a lo largo de mi carrera profesional, he criticado que, a menudo, cuando hablamos del sector turístico, la gente tiende a pensar en el sector hotelero.

Recuerdo que cuando estudiaba, en diversas asignaturas, debía entregar trabajos prácticos y la mayoría de mis compañeros siempre lo hacían mediante casos y ejemplos de hoteles. Yo no. Yo huía del subsector hotelero porque me parecía muy cerrado y con pocas posibilidades para innovar.

Por casualidades de la vida, he terminado trabajando en una empresa que se dedica a desarrollar y diseñar productos exclusivos para este subsector. Esto me ha obligado a indagar y a profundizar en el mundo de los hoteles y me ha sorprendido la cantidad de categorías que caben ahí.

Aunque no lo parezca, no es del sector hotelero de lo que quiero hablar hoy pero sí de un problema grave que tiene: la estacionalidad. Todos los que trabajamos en él conocemos este polémico y conflictivo fenómeno. A todos nos afecta directa o indirectamente.

Hace ya unas semanas tuve la suerte de asistir a un ciclo de conferencias en el cuál estaban invitados algunos profesionales del sector turístico y algunos hoteleros, como era el caso de Sebastià Català (Blue Sea Hotels) y Joaquin Caldentey (Marina Hotels). Este ciclo iba enfocado a alumnos y ex alumnos de la Facultad de Turismo de la UIB y a profesionales del sector que estuvieran interesados. Por tanto, no faltaron palabras de ánimo para los alumnos, aunque sí faltó un poco de autocrítica.

Todo iba sobre ruedas hasta que salió el tema que hoy me lleva a escribir: la estacionalidad. Además, este tema toca muy de cerca a los hoteleros y fue un lujo poder debatir con ellos y descubrir nuevos puntos de vista. Joaquin Caldentey, Director General de Marina Hotels, fue quien se encargó de sacar esta temática y lo hizo sin tapujos. Afirmó que la estacionalidad no tenía remedio, al menos, en los destinos de sol y playa. Sus palabras, exactamente fueron las siguientes:

“La desestacionalización no existe. Somos sol y playa y nada más. Quien diga lo contrario, hace pura demagogia.”

Esta afirmación provocó agitación en la sala y los alumnos de la facultad no se quedaron callados. Tampoco lo hicieron los profesores, lo que demuestra el abismo existente entre la realidad del sector y la teoría académica. Pero este es otro tema que me reservo para tratar en otro momento.

Reconozco que cuando escuché tal comentario no me gustó y me puse totalmente a la defensiva pero, tal y como me enseñaron, decidí escuchar los argumentos posteriores.

Joaquín prosiguió argumentando su teoría dejando claros 2 aspectos correlacionados y claves, basándose en el caso de las Islas Baleares. Los dos factores que determinaron su teoría fueron:

  1. Conectividad.
  2. Exceso de camas.

Por una parte, no existe una suficiente conectividad entre el destino turístico receptor y los destinos emisores. En temporada baja no se consigue la afluencia suficiente para llenar la oferta hotelera de las islas y yo agradezco que así sea.

Por otra parte, existe un claro exceso de camas. Baleares es la región que más plazas hoteleras tiene por mil habitantes.

Desde mi punto de vista, la cosa está muy clara: o bien mejoramos la conectividad mediante acuerdos con turoperadores y compañías aéreas o bien disminuimos la oferta hotelera. Sin duda, me decanto por la segunda opción ya que acordar con turoperadores podría limitar las iniciativas turísticas locales y además, a mi modo de ver, hoy en día existen otras fórmulas menos tradicionales y costosas de promocionar un destino con el fin de captar nuevos turistas. La disminución de camas, permitiría aminorar la estacionalización y aumentar la calidad de vida de los turistas y de los residentes.

La semana pasada, descubrimos que el presidente de las Islas Baleares, ha decidido dar permiso a los hoteleros para crecer 2 plantas más siempre que “se modernicen”. He ahí un ejemplo de más de falta de planificación y análisis de los destinos turísticos. Una vez más, se ignoran los problemas que pueden generar a largo plazo las decisiones improvisadas.

¿Qué proponéis vosotros para mejorar esta situación?

Imagen: El escobillón

Más sobre Caterina Jaume

Turismóloga y bloguera. De Mallorca. Dedicada a un turismo n-dimensional.