En España se han llevado a cabo numerosas actuaciones de planificación y gestión de destinos. Tanto el Estado como las Comunidades Autónomas, Diputaciones y Ayuntamientos han destinado numerosos fondos a la realización de Planes Estratégicos, Planes de Dinamización (PDTs y PDPTs), Planes de Competitividad Turística y otras muchas modalidades de proyectos destinados a crear y mejorar destinos.

Pero, ¿realmente todos ellos han funcionado?

Desde mi experiencia como Consultora de Turismo, he encontrado numerosos proyectos muy bien planteados que prometían la evolución de los destinos y la consolidación del sector turístico en los territorios. Pero también he detectado que, en muchos casos, los objetivos iniciales de los proyectos no se llegaban a cumplir del todo. Asimismo, había una serie de problemas que se repetían constantemente en muchos de estos planes:

  • Falta de continuidad de proyectos de gestión una vez que estos se terminaban.
  • Desconocimiento del proyecto por parte de los agentes turísticos del territorio y de la población local.
  • Disconformidad de la población local con algunas actuaciones del proyecto.
  • Falta de creencia en el proyecto por parte de los agentes turísticos y de la población local.
  • Falta de cumplimiento de las necesidades del turista.

Todo ello provocaba que los destinos no llegaran a consolidarse y que las actuaciones planteadas no reportaran los beneficios esperados.

¿Cuál es la solución para evitarPost fatima este tipo de errores? ¿Qué podemos hacer los profesionales del turismo que nos dedicamos a la planificación y gestión de destinos?

Pues bien, en mi opinión, todos estos errores provienen de que, en muchas ocasiones, este tipo de proyectos se llevan a cabo pensando únicamente en la potencialidad de los recursos y descuidando a las personas.

Es por ello que, bajo mi punto de vista, el éxito de un proyecto de este tipo requiere que se implique en el mismo el componente humano del destino:

  • Los turistas actuales y potenciales.
  • Los agentes turísticos en su totalidad.
  • La población local.

Todo ello aunado con la potencialidad de los recursos.

En mis proyectos turísticos siempre aplico esta “norma personal” y he podido comprobar la diferencia…

Foto: www.inyes-latino.com

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Más sobre Fátima Cachafeiro

Turismóloga por vocación, consultora de turismo y comenzando una nueva etapa como blogger. Totalmente a favor de la sostenibilidad y la innovación como pilares básicos de desarrollo turístico.