formacionEsta semana, buscando en la web algún tema que me llamase la atención me he encontrado varios artículos comentando la importancia de la formación en nuestro sector. Siempre he defendido que la educación es un derecho al que nadie debería renunciar y es por eso que hoy profundizaré sobre la importancia de la constante formación, nos encontremos en el sector que nos encontremos. En este caso, me centraré en materia turística que es la que nos lleva, semana tras semana,  a mi y al resto del equipo a escribir.

Entre los artículos encontrados, me quedo con 2 que he podido leer en la revista Hosteltur:

  1. La formación marcará las diferencias en el sector hotelero.
  2. Turismo convoca la quinta edición del programa de formación para profesionales del sector.

Así que dedicaré el post de hoy a analizar estos 2 artículos enfocados a resaltar la formación en el sector turístico. Me interesa profundizar sobre este tema, ampliar información relativa a las opciones que nos da el segundo artículo y facilitar el acceso a la formación a la que este mismo artículo hace referencia.

Mi formación marca una diferencia en el sector pero mi sueldo también.

Por una parte, el primer artículo en el que me he fijado se centra en lo importante que es que los empleados, en este caso de un hotel, sean extremadamente simpáticos con el fin de que sean los mejores anfitriones. Y relaciona esta actitud con la formación que el empleado haya recibido. Coincido pero opino que, para este caso, la formación no es el único factor determinante. Sonreir  y ser amable en todo momento tiene un precio.

Al leer las «diez conductas de los anfitriones» propuestas en el artículo, me ha venido a la mente un post que escribí hace unos meses. Éste hablaba del trabajo emocional en el sector turístico y en éste se concluía que las empresas que son capaces de ofrecer mejores condiciones de trabajo, contratos estables, formación adecuada, mejores recursos técnicos y más autonomía, favorecían una experiencia laboral más positiva. Ésta se veía directamente reflejada en el nivel de satisfacción del cliente.

Lo que intento explicar es que no es fácil trabajar constantemente de cara al cliente. No es fácil despertar, cada día, de buen humor. Y tampoco es fácil reaccionar bien ante cualquier movimiento de un cliente.

La simultaneidad entre producción y consumo en el sector servicios, normalmente mediante interacciones “cara a cara”, requiere que los profesionales realicen sus tareas de una forma determinada, expresando ciertas emociones, manteniendo determinados niveles de empatía e identificando y manejando correctamente las emociones de la clientela.

Gran parte de estos profesionales no se sienten valorados suficientemente y, en algunas ocasiones, trabajan sometidos a pésimas condiciones: excesivos horarios, sueldos bajos, estacionalidad y escasa valoración social.

Tal vez sea el momento de comenzar a valorar este tipo de trabajos que, además, forman parte del primer contacto con el cliente y, por tanto, la primera impresión del mismo. No debemos olvidar que si conseguimos que el empleado esté contento, el turista también lo estará.

Formación continua para ganar competitividad.

Por otra parte y centrándome en el segundo artículo seleccionado, acaba de abrirse la convocatoria de Anfitriones Turismo que no será cerrada hasta el próximo 15 de septiembre. Esta convocatoria está enfocada a profesionales del sector turístico que quieran seguir formándose y aprendiendo nuevas técnicas de promoción de destino y de mejora de atención al cliente. Cualquier persona que se encuentre en activo y trabajando en una empresa perteneciente al sector, podrá postular a los diversos módulos de este programa de forma totalmente gratuita. El programa se divide en 2 subprogramas:

  • Cultura del detalle.
    En este apartado y según la web del mismo programa, se pretende fomentar la calidad percibida por el turista mediante la mejora de la atención al cliente. Para ello se ha desarrollado una estrategia orientada a enriquecer la experiencia del turista que visita España, que fomente la cultura del detalle, la hospitalidad y el compromiso del trabajo bien hecho. Aquí podéis encontrar más información relativa los diversos módulos que se incluyen.
  • Destino en detalle.
    Según se explica también en la web de este programa, se busca mejorar la calidad percibida por el cliente desde el punto de vista del destino. Para ello, se han diseñado una serie de actuaciones que estimulen la adopción de buenas prácticas para la mejora integral de los destinos turísticos, aprovechando su carácter y singularidad e incorporando actuaciones que fomenten la sostenibilidad y accesibilidad de los mismos. En este enlace se pueden encontrar los módulos en los que está compuesto el programa y se puede descargar el formulario de inscripción que hay que entregar entre el 2 y 15 de septiembre a la dirección de correo electrónico que se indica en el mismo.

Ya para finalizar, se concluye de todo lo dicho que la formación es determinante para realizar bien nuestro trabajo y ser así más competitivos. Pero también se necesita un esfuerzo para que esta formación sea valorada y reconocida. Aun queda trabajo en este ámbito a pesar de que el sector turístico sea uno de los sectores más influyentes del país.

Más sobre Caterina Jaume

Turismóloga y bloguera. De Mallorca. Dedicada a un turismo n-dimensional.