En anteriores posts mis compañeras trataron el turismo desde el prisma del serieadicto y desde la experiencia del lector. Ana se animaba a contarnos las series televisivas que más influyen en el espectador a la hora de viajar, y Elena nos ilustraba con su viaje low cost a través de novelas de viajes. Ahora bien, ¿y el cine? ¿Qué papel juega el séptimo arte en relación con el turismo y en relación con las ciudades en las que se desarrolla?

TOURS HOBBIT NUEVA ZELANDA

El cine nos permite descubrir ciudades a través de películas de todos los tiempos. Es una oportunidad para conocer sitios emblemáticos sin movernos de la butaca o el sofá. Sin duda algo que marca profundamente a un filme es la ciudad donde está rodado, al mismo tiempo que el director rinde homenaje a la urbe. Imágenes de Nueva York, París, Londres, Barcelona o Madrid forman parte de la iconografía popular de la historia del cine.
Gracias a este imaginario cinematográfico que ha creado la industria es inevitable estar familiarizados con la Grand Central Terminal de Nueva York, el Picadilly Circus de Londres o las ya míticas cuestas de San Francisco en las que te subes en marcha al tranvía.

El espectador está directamente influido por lo que ve en la gran pantalla y ello también repercute en su elección a la hora de viajar. Esta influencia que genera el cine no solo interviene en el turista, sino también en el destino. Bajo mi punto de vista se pueden diferenciar dos aspectos relacionados con las ciudades y monumentos de cine:

1. Recursos turísticos ya existentes (monumentos, paisajes, localizaciones, etc.), que cobran más fuerza tras la película.
Ejemplo de ello puede ser el puente Queensboro retratado en la mítica escena de “Manhattan” (Woody Allen); el Café des deux Moulains localizado en el barrio de Montmartre en donde trabajaba la dulce Amélie (Jean-Pierre Jeunet); o la Fontana di Trevi con el baño nocturno de Anita Ekberg en la “Dolce Vita” (Federico Fellini). En el ámbito nacional cabe destacar el caso de Formentera, que tras el estreno de “Lucía y el sexo” (Julio Médem), recibía oleadas de turistas que buscaban las localizaciones aparecidas en la película.

2. Escenografía creada para una producción que posteriormente se convierten en recursos por sí mismos.
Sea el caso de los escenarios localizados en el desierto de Tabernas, Almería. Aquí los seguidores del Spaguetti Western revivirán las escenas de “La muerte tenía un precio” y para los que prefieran otros géneros estarán ante los decorados de legendarias películas como “Lawrence de Arabia”,” Cleopatra” o “Indiana Jones y la última cruzada”.
También en otro desierto, en este caso en Túnez, se puede visitar el set de rodaje que George Lucas ideó para “Star Wars”. En él se rodaron muchas de las escenas más emblemáticas de la saga. Treinta y cinco años después de su montaje parte de los decorados se encuentran deteriorados, pero para los seguidores de la “Guerra de las Galaxias” jamás perderán su magia.
Por último, y no por ello menos importante, destacar el caso de Nueva Zelanda que tras servir de localización en la trilogía “El señor de los anillos” ha experimentado un notable crecimiento en la llegada de turistas. Destinos como la pequeña aldea rural de Matamata ofrecen tours por La Tierra Media en dónde nos explicarán como las fincas ovejeras se convirtieron en La Comarca. El Parque Nacional Tongariro, con la ayuda del retoque digital, se convirtió en Mordor. Y para los más frikis es obligada la visita a The Weta Cave (Wellington), un museo en donde se podrán encontrar cara a cara con los personajes del imaginario de Tolkien.

Queda de manifiesto que gracias a la industria cinematográfica han aparecido nuevos productos turísticos que con un buen trabajo de conservación y promoción pueden suponer un incremento en el número de visitantes. Esto queda en manos de los destinos y de sus gestores; por la parte que le toca al turista una recomendación: en vuestra próxima escapada viajar guiados por los mejores cineastas.

Más sobre Nadia Cantero Barros

Formada en turismo. Partidaria de modelos de gestión turísticos que protejan la cultura local. Parte activa de PROTURGA, Profesionais do turismo de Galicia. Seguidora del entorno 2.0