Tryvestising: el arte de «probar» antes de «comprar»
¿Has oído hablar alguna vez del tryvertising? No es un término muy conocido, pero es una técnica bastante frecuente en el mercado. Me gustaría compartir el descubrimiento de este fenómeno y contar cómo se puede adaptar esta técnica al turismo, para mejorar y potenciar un sinfín de factores.
“Try” en español probar y “vertising” que proviene de “advertising” que significa publicidad, configuran el denominado tryvertising, que traducido al español viene a significar algo parecido a “la publicidad de probar”. Partiendo de esta base, tryvertising propone que los consumidores prueben el producto antes de comprarlo para que se hagan una idea de su utilidad, calidad y beneficios. Lo interesante se produce cuando se consigue hacer de manera más segmentada, con medios y mediante programas especializados porque aumenta su efectividad.
¿Qué diferencias hay entre tryvertising y otras formas de promoción convencionales? Principalmente destaca por diseñar las acciones promocionales en un contexto relevante, ofreciendo un producto o servicio específico a un público muy segmentado, en un entorno especial y en un momento oportuno. Además permite a los clientes adecuados interactuar con el producto/servicio sin la presión de su compra. Estas acciones permiten probar un producto en el mundo real haciendo que el cliente interactúe con él y ayudando a construir una percepción del producto basada en una experiencia muy positiva. De esta manera, pasamos a un marketing de experiencias (tan de moda en la actualidad).
Creo que esta forma de interacción entre producto y cliente, tiene un potencial realmente valioso y aplicable al turismo. ¿Cómo se puede adaptar el tryvertising al sector turístico? Y ¿de qué forma el cliente y el empresario perciben beneficios de esta técnica? Para responder a estas dudas, podemos fijarnos en ejemplos actuales que tienen lugar en algunos hoteles.
Buscando nuevas opciones de negocio, algunos establecimientos turísticos, han introducido esta técnica en su lista de servicios a empresas, permitiendo que éstas den a probar sus productos o servicios a sus clientes una vez que éstos se encuentran consumiendo en sus instalaciones y establecimientos
¿Cómo funciona? Las empresas y el hotel llegan a un acuerdo. De esta forma, los productos se exponen y pueden ser consumidos y utilizados por los huéspedes. Ofrecen varios formatos de acción, dependiendo de si los productos se exponen en las habitaciones, en el baño, en el restaurante, etc. En los hoteles Rusticae, por ejemplo, colaboran marcas tan conocidas como: Hendrick’s Gin, Cardhu o Lindt, The Body Shop, Maystar Therapy, Boffard o AK DAMM.
Existen otros experimentos de este tipo, por ejemplo: el hotel Wimston, en Ámsterdam, enfocado a un mercado joven, ideó una habitación Heineken en la que los clientes podían disfrutar de ésta cerveza de forma gratuita. El hotel Pilirocco, en Brighton, posee una zona de Playstation en su bar, para que los clientes disfruten de los videojuegos en un ambiente relajado.
Es una manera sutil y exquisita de introducir en la experiencia positiva de viajar y alojarse en un hotel, una marca publicitaria. Hay beneficios para las dos partes. El cliente disfruta de su estancia y a la vez prueba productos de alta calidad. El empresario hace publicidad en un marco incomparable y realiza contratos como proveedor. Todo se produce en un marco incomparable y sin estrés consumista. La idea es lógica, práctica y valorada muy positivamente por los clientes.
Conclusión para reflexionar: la publicidad y la promoción de todo tipo de productos y servicios nos rodea. Es un hecho innegable. Dado que el consumidor va evolucionando, ¿tendría que evolucionar también la forma de hacer llegar los productos? ¿Existe en los establecimientos turísticos, oportunidad de negocio en este aspecto? O por el contrario ¿pensáis que deberían mantenerse al margen? ¿Utilizan al turista o le ofrecen un “plus” en el servicio? ¿Se os ocurren otras uniones entre turismo-tryvertising?